Buscándome en el centro
En los latidos del corazón, esos ires y venires de la sangre
Buscándome dentro
En ese pilar de luz
En el árbol gigantesco
Entre el cielo y la tierra
Buscándome fuera
En las nubes que hoy se afinan blancas entre vientos azules
En los brotes que comienzan a hincharse en las ramas
En las gargantas de los pájaros
Temiéndome
En los pasos pesados y tediosos de consabidos peatones
En los grises tubos de escape malolientes
En el filo cortante de las frustraciones y el perfil áspero del desánimo que encallece el alma
Buscándote
En esos mismos lugares en que yo me busco
Buscándote buscándome siempre
Siempre siempre siempre
Qué cansancio ya
Quiero sólo sentir
Quiero sólo encontrar